LA NAVIDAD

Comenzamos la Navidad mandando una nota a las familias para que nos ayudaran a decorar una estrella para adornar el techo-cielo de nuestro colegio.

QUEREMOS QUE LA NAVIDAD ENTRE EN NUESTRO COLEGIO MEDIANTE UN CIELO LLENO DE ESTRELLAS, QUE TRAIGA PAZ Y ALEGRÍA PARA EL MUNDO.

PODÉIS AYUDAR A VUESTROS HIJOS E HIJAS A DECORAR ESTA ESTRELLA CON MATERIAL BRILLANTE.  OS PEDIMOS QUE LA DECORÉIS POR AMBOS LADOS Y LA RECORTÉIS.  

MUCHAS GRACIAS

EL EQUIPO DE EDUCACIÓN INFANTIL

 

Todo el ciclo de Infantil, con ayuda de las familias, decoramos el cielo de nuestros pasillos y comenzamos a vivir un ambiente navideño. 

 

En clase aparecieron propuestas para trabajar La Navidad: montamos el árbol, vimos cuentos en el ordenador, calcamos dibujos en la máquina de calcar...  

 

  Jugamos a escribir cartas para los Reyes Magos y realizamos felicitaciones para las familias. 

 

  También realizamos una felicitación conjunta para nuestros amigos de la Comunidad Sagrada Familia de Perú. 

 

Otra actividad que hicimos todo el ciclo de infantil fue un viaje en tranvía para ir al cine. 

Vimos la película "Operación Regalo", desayunamos y vivimos una experiencia fantástica. Al volver a clase comentamos lo que más nos gustó de la película, hablamos de Papá Noel, situamos en nuestro mapa en donde vive y votamos para saber quien prefiere que le traiga regalos, Papá Noel o Los Reyes Magos. 

            

Durante estas semanas estuvimos trabajando un cuento sobre los Reyes Magos que nos ha gustado mucho. Leímos el cuento, lo vimos en el ordenador, hemos hecho teatro y hemos jugado con él. 

A partir del cuento cada día hemos trabajado diferentes aspectos: hemos dicho nuestros deseos, montado en alfombra mágica, pedido un deseo, realizamos la caja quita pena, frotamos el elefante de la suerte, etc. 

Este cuento ha sido

¿SOIS  VOSOTROS  LOS  REYES  MAGOS? (Paco Abril) (Traducción del Asturiano de Cristóbal Gómez Mayorga) 

El sol tibio de primavera acarició la cara de Alba cuando salía del portal de casa para comprar el pan.

Era la tercera vez en su vida que bajaba sola a la calle.

Acababa de cumplir siete años y ya era muy grande.

Nada más salir de la panadería, quedó asombrada al toparse de frente con tres raros personajes.

Al pronto, no supo quienes eran.

Se paró a mirarlos. Ellos también se detuvieron y sonrieron.

  Aquellas sonrisas le dieron a Alba la confianza precisa para atreverse a interrogarles, de buenas a primeras, como si la pregunta se le escapara sola de la boca:

-¿Sois vosotros los Reyes Magos?

Los tres se rieron.

Primero habló el negro:

- Niña muy simpática, tú.

El que lucía una barba blanquísima, le preguntó:

- ¿Cómo te llamas?

Alba dijo, toda tímida, su nombre.

El tercero, de barba oscura, dijo:

- Muy guapa nombre tuyo. En país mío quiere decir amanecer. 

Alba estaba emocionada. Y siguió dejando volar sus preguntas.

- Sois vosotros, ¿verdad?

- Sí, somos nosotros, niña del amanecer.

Otra pregunta de Alba apareció delante de los tres personajes.

-¿Venís de Oriente?

El de barba oscura le contestó.

-Sí, venimos de Oriente.

-Muy de Oriente –repitió el negro señalando hacia el sol.

 Los tres personajes le contaron a Alba que venían de muy lejos, cruzando desiertos, selvas y mares.

Ella escuchaba encantada como si estuviera contando la historia más bonita del mundo.

De pronto, se dio cuenta de que hacía mucho tiempo que había salido de casa y les dijo:

-Tengo que irme. Mamá va a preocuparse por mí. Adiós.

-Espera –dijo el negro- toma un regalo. Ten la cajita pequeña de quitar las tristezas. Cuando estés triste, abres caja, dices pena, cierra caja y quita pena.

                

 - También yo quiero hacerte un regalo -dijo el de las barbas oscuras. Toma el elefante de la suerte. Agárralo en tu mano, mira al mundo con ojos sonrientes y la suerte vendrá a ti.

    

- Y este es mi regalo para ti –dijo el de la barba blanca-. Ten la alfombrita mágica. Cuando quieras volar muy lejos coge alfombra, písala. Podrás ir donde la imaginación te lleve. Alba agarró sus regalos, muy emocionada. Les dio las gracias y les dijo adiós. Les dio un beso con la mano y salió corriendo para casa.  

         

Subió las escaleras de dos en dos. Abrió la puerta. Entró en casa agitada por la excitación y la impaciencia.

La madre estaba esperándola nerviosa.

-Pero hija, ¿qué te pasó? ¿Cómo tardaste tanto? Me tenías preocupada. Ya iba a salir a buscarte.

Todavía sin aliento, Alba le contó la aventura.

-¡Mamá, mamá! ¡Acabo de estar con los Reyes Magos!

 La madre tardó en reaccionar.

-Pero hija, eso no puede ser, los Reyes Magos están ahora en Oriente, sólo vienen por Navidad.

Alba buscó un argumento para convencer a la madre.

-Pues vendrían de ¿cómo se dice cuando alguien de otro país viene a visitarnos?

-¿Quieres decir de turistas?

- Eso, sí, de turistas –repitió Alba con risas.

- Bueno, vamos a ver, Alaba, ¿por qué te aferra tanto en que eran los Reyes Magos?

- Porque estuve con ellos, mamá, y eran igualitos que los que vimos en la cabalgata.

 Alba cogió fuerza para seguir explicando a la madre aquel fabuloso encuentro.

-Uno era negro. Llevaba una caja de regalos y la enseñaba a todo el mundo. Tenía cajitas brillantes, relojes, pulseras, pañuelos... Vestía una túnica de preciosos colores y en la cabeza, un gorro con espejos. Era Baltasar, seguro.

Tranquila hija, que te ahogas, dijo la madre.

 Alba no podía parar.

-Otro tenía el pelo blanco y las barbas más blancas todavía. Parecía que tenía la cabeza y la cara llena de merengue. Llevaba una cesta llena de figuras de madera de todos los tamaños y vestía una túnica de rayas de colores violeta y amarilla. Ese era Melchor, claro.

-No me digas más- volvió a replicarle la madre- el que falta era Gaspar.

-Si –contestó Alba un poco enfadada porque no la dejaba contar a ella. -. Era Gaspar.

 -Tenía la piel morena, como si hubiera tomado mucho sol. El pelo y las barbas eran más negros que la cara de Baltasar. Llevaba un montón de alfombras a la espalda. ¡Eran alfombras mágicas, mamá! Y también estaba vestido de rey de Oriente, con pantalones y túnica blancos.

-¿Hablaste con ellos? –preguntó la madre toda emocionada.

-Claro que hablé con ellos, mamá. Y me contaron que vinieron de Oriente, que cruzaron selvas, desiertos y mares para llegar hasta aquí.

 -Hija, le riñó la madre sin mucho convencimiento- te he dicho miles de veces que no hables con desconocidos.

Alba habló pausada, con calma. Sabía que a las personas mayores, les cuesta muchas veces, entender las cosas importantes de los niños y las niñas. Y, aunque la madre era una persona muy comprensiva, parecía que no entendía bien el relato de su encuentro. Así que con mucha paciencia, le dijo:

Pero mamá, si no eran unos desconocidos, eran Melchor, Gaspar y Baltasar, ¡los tres Reyes Magos!

 

 

Con esta portada acabamos el cuento y lo llevamos a casa para compartirlo con la familia. 

No sin antes, escribir las cartas a los Reyes Mayos que vendrían a visitarnos. 

                  

Qué ilusión nos hizo entregar las cartas a los Reyes en persona. 

 

 Acabamos el trimestre con una fiesta de todo el ciclo de infantil a la que invitamos a las familias y con un desayuno al que nos invitó el AMPA. Gracias siempre a las familias, que tanto nos apoyan. 

                     

En la fiesta de Navidad bailamos una danza andina y cantamos villancicos para desear felices fiestas a nuestros amigos y amigas de Perú.

Pueden ver el video en el enlace que nos hizo la asociación con la que colaboramos:

DE AQUÍ PARA ALLÁ

Volver a programación 5 años